La masificación en la montaña
Cada vez vemos más imágenes de la masificación en la montaña: ríos de gente subiendo al Pedraforca, decenas de personas esperando en medio del Pas de Mahoma para acceder a la cima del Aneto, cogiendo turno para hacerse una foto en la Pica d'Estats... Y este incremento provoca su impacto en la naturaleza.
El excursionismo o las actividades de montaña son muy enriquecedoras cuando son compartidas con otras personas, pero ¿cómo podemos hacer para evitar añadir más leña al fuego de la masificación? ¡5 consejos prácticos para hacerle frente!
- Madrugar. ¡Un buen montañero no se levanta a las 9h, hace cima a las 9h! A veces cuesta levantarse temprano, pero la recompensa es alta y se puede acabar combinando con una buena comida en un restaurante local ;)
 - Evitar grupos grandes. Con Pirineu A Peu intentamos siempre formar grupos reducidos, y ya no solo por el impacto visual y ambiental, sino por el propio grupo: nos conoceremos mejor, será más fácil encontrar un ritmo común, nos cuidaremos más ¡y quizás veamos más fauna salvaje!
 - Escoger rutas no convencionales. Nos encanta tachar picos emblemáticos, pero descubriendo zonas más salvajes, poco concurridas y perspectivas diferentes, damos valor al territorio que tenemos.
 - Salir entre semana. No siempre es posible, pero es una de las mejores maneras de vivir la naturaleza en calma y en su esencia.
 - Mantener el secreto de aquellos lugares desconocidos. Si publicamos una foto en las redes sociales, podemos optar por poner ubicaciones genéricas (ej. "Parc Natural de l'Alt Pirineu") para dar valor al espacio natural sin concretar el lago, la cascada o la aldea en cuestión.
 

La montaña es para todos, pero no todos al mismo tiempo y sin condiciones. Cada actividad requiere su planificación, cada lugar soporta una capacidad determinada de visitantes, y a nosotros nos toca formar parte de este juego autorregulándonos, poniéndole sentido común y siendo conscientes de dónde estamos y cómo debemos relacionarnos con él.